Atardecer desde el rio en Phnom Penh
Se dice que Phnom Penh hace 50 años era la ciudad más bonita de todo la indochina. Desgraciadamente los jemeres rojos llegaron, desalojaron la ciudad completamente (todos sus habitantes tuvieron que salir a trabajar al campo y en gran parte fueron masacrados en quizás el genocidio más cruel de los últimos 100 años) y la ciudad nunca volvió a ser la misma.
Sin embargo Camboya, sobre todo a raíz del fin de la guerra fría y con ella el fin de la guerra civil encubierta que llevaban manteniendo desde el fin de los jemeres rojos, poco a poco va levantándose, y en especial toda la orilla del Tonle Sap en Phnom Penh (llamado tambien el Riverside) es una zona preciosa y llena de vida especialmente al atardecer donde tanto un paseo por su orilla como un crucero por el rio puede ser una gran opción.
Por toda la orilla del paseo principal hay sitios donde te ofrecen el crucero por el Tonle Sap y el Mekong. Para situarse en Tonle Sap, el rio más importante de Camboya, desemboca en el Mekong algo después del centro de la ciudad. La zona del Riverside en Phnom Penh es pues la orilla del Tonle Sap. Siguiendo con el crucero, dicho crucero me costó 5 dólares. Intente regatear pero no hubo forma, lo que no sé es si habrá más agencias que den el mismo paseo.
Desde el Tonle Sap las vistas sobre la ciudad de Phnom Penh y el atardecer son impresionantes. Edificios tradicionales se mezclan con unos pocos edificios más modernos y alguna luz de neón que se ve en el horizonte (que para los malpensados, aunque hay una zona cerca del Riverside dedicada al turismo sexual, las luces de neón no quieren decir que allí haya un bar de mal ambiente, sino que por todo Asia en cualquier ciudad mínimamente grande hay luces de neón por todos los lados). Destacan sobre todo a lo lejos las luces del Gran Palacio Real, uno de los edificios mas importatnes de todo Phnom Penh.
Atardecer sobre el Palacio Real
Una vez que llegas a la desembocadura del Tonle Sap y te adentras en el Mekong el paisaje cambia por completo. Losrestos de modernidad desaparecen y nos encontramos con multitud de barcas de pescadores agrupándose después de supongo su jornada de pesca. Estas barcas de pesca se van agrupando formado pequeños pueblos flotantes que sin llegar a la extensión del pueblo de Kampong Chnnang que ya describimos es algo impresionante.
En la orilla contraria a Phnom Penh hay un pueblo tradicional ademas, con pocos signos de modernidad comparado con Phnom Penh. Sin embargo ese gusto asiático por las luces de neon prevalece y a lo lejos se ve un cartel de la todopoderosa Coca-Cola y una cruz marcando una iglesia.
Una vez en Phnom Penh un paseo por el Riverside es obligatorio como digo. Por el camino grupos de mujeres haciendo aerobic, familias comiendo y niños (y no tan niños) jugando a dar toques con el pie a una pelota de mimbre hacen del Riverside una estampa increíble, que aunque no montemos en el barco para ver el Mekong, a todo el mundo se lo recomiendo para pasar un rato divertido.