Diario de viaje al sur de Marruecos 2014. Día 1. Llegada a Marrakech
El primer día nos tocaba una madrugada importante y hacia las 3 de la mañana estábamos saliendo en coche hacia el aeropuerto de Madrid. Llegar hasta donde aparcábamos el coche (El Gato Azul) era fácil pero si vais con un GPS mejor. El papel con el que teníamos apuntadas las indicaciones (dado por la empresa de aparcamiento) estaba mal he indicaba la salida un kilómetro antes de lo indicado y por eso nos perdimos pero tras 5 minutos dando vueltas pudimos llegar. Una vez allí, muy rápido, una llamada para que vendrían, firmas y le echan unas fotos al coche para comprobar su estado, montas en la furgoneta y en 15 minutos desde que llegas ya estás en tu terminal. Como aún quedaba un rato hasta el embarque desayunamos, y para Marrakech (con casi una hora de retraso eso sí)
Una vez en Marrakech toca rellenar el impreso de inmigración ya en tierra. Mala nota en este sentido a Ryanair, podían dar los impresos en el avión y así te ahorras el trámite en tierra.. Fuimos de los últimos del avión en rellenar el impreso además y con las colas que se acumulan perdimos 20-30 minutos. Cambiamos algo de dinero (lo mínimo) nada más salir de la recogida de equipaje del aeropuerto (no facturábamos) y para el hostel/riad con el taxista que nos esperaba con el nombre del hostel. Nos dejó en una de las puertas laterales de la medina y allí ya estaba un chaval esperándonos para ir hasta el hostel. Una vez llegados al hostel, el tipico recibimiento (con su te a la menta, el primero de muchísimos) nos encontramos con la sorpresa de que estaba completo, pero nos trasladaron sin problemas a uno de la misma compañía, el hostel Kif Kif. Decir en este sentido que mas tarde descubriríamos que este otro hostel vale 1€ menos la noche asi que nos pasaron por la cara a un hostel más barato sin devolvernos la diferencia. Esta es mínima y quedamos contentísimos con el hostel (repetimos 3 noches durante el viaje) pero hay que decirlo.
Una vez ya establecidos a explorar Marrakech. Fuimos directos a Jamaa el Fna (una pasada lo agobiante que son los zocos en cuando recorres unos metros por primera vez) y estuvimos mirando donde comer y donde cambiar el dinero en la plaza y en los alrededores, así como compramos una tarjeta de móvil para poder llamar al alquiler del coche y otras llamadas si era necesario. Al final seguimos las indicaciones de una excelente guía que hay en el foro de los viajeros (muy recomendable por cierto) y cambiamos en el sitio que indicaba y comimos en Chef Chegrouni. Decir que la comida muy buena aunque sobre el estándar de todo Marruecos, pero el encanto del restaurante es su terraza superior desde la que se distingue toda la plaza. Aquí cometimos una novatada y es que en Marruecos siempre te van a colocar en la cuenta el servicio (lo que sería la propina) pero bastante hinchado, así que en este sentido paga algo. Aun así el precio de la comida en Marruecos en general es bastante barato.
Después de eso nos pusimos a callejear por los zocos un poco sin rumbo. Si ya nos agobiamos un poco los primeros minutos anteriormente cuando solo fuimos del riad a la plaza (estaba casi al lado) aquí ya fue mayúsculo. Gente que te pide a todas horas que entres en su tienda, motos que pasan pitando para que te apartes, calor, mucho calor. En definitiva, llegados a este punto mucha gente puede llegar a odiar Marruecos, y de echo después de este viaje a cualquier que no sea un poco aventurero no le recomendaría Marrakech. Aun así casi callejeando sin rumbo pudimos ver cosas curiosas como el zoco de los tintoreros (aquí mi amigo se compró un pañuelo bereber para el desierto), el zoco de los artesanos del metal o pasamos un momento agradable en la tienda de un artesano de la madera que nos enseñó varias cajas mágicas como el las llamaba (eran complicadas de abrir si no sabías el método, e incluso viendo como las abría era difícil de descubrirlo), nos hizo en un segundo una especia de fichas de ajedrez (una pasada ver como manejaba las herramientas ayudándose de los pies). Todo esto por supuesto a cambio de una propina.
Casi de casualidad llegamos hasta la plaza que forman el Museo de Marrakech y la Medersa Ben Youssef. Cierran hacia las 6 de la tarde los dos y no me acuerdo si se nos paso la hora o dudábamos de si nos daría tiempo entrar asi que directamente no entramos. Lo que si vimos antes de que anocheciera, fuera de la medina aunque casi al lado, es la Mezquita Kotoubia. Como todas las mezquitas de Marruecos excepto la de Casablanca, esta prohibido entrar a los infieles, así que poco vimos mas allá de una torre grande. Antes de ver la Koutoubia de todas formas estuvimos hablando con uno que alquila coches (también recomendado en el foro de los viajeros). Al final decidimos estar un día mas en Marrakech antes de coger el coche, entre otras cosas porque visto los precios de las excursiones no sabíamos si coger coche o ir al desierto en excursión. Decir que creo que las excursiones salen al final mas barato (al menos si vas 3 personas como íbamos, igual 4 no), pero que la libertad que nos dio el coche no la cambiaba por nada.
Y poco mas dio lo que quedaba de día. Estuvimos hablando un poco en el hotel para hacer tiempo a cenar (con el recepcionista del hostel, un tío bastante majo, y con 2 americanos, uno de ellos que era programador freelance e iba viviendo en diferentes sitios y otro con un ingles cerrado que nos lo encontraríamos días mas tarde en Essaouira). Lo siguiente fue ir a cenar en los puestos que montan en la plaza Jamaa el Fna. Quitale la estrechez de las calles de los zocos, las motos y sumale muchos mas marroquis agobiándote para que vayas a su puesto. Al final me da la sensación de que todos los puestos son similares. Cenamos en los días que estuvimos en 3 diferentes y no vi grandes diferencias. Lo único negocia un poco (en este caso no hace falta negociar muchísimo) que normalmente te dan las bebidas gratis y a veces incluso el te de después. Después de cenar creo que tomamos un te mas en otro puesto (apetecía una cerveza pero en Marruecos tienes que asumir que de normal o pagas muchísimo, y a veces ni aun así, u olvídate de la cervezica) y para dormir, que estábamos bastante cansados después de haber salido tan pronto de casa y al día siguiente tocaba mas.
Así es una calle típica de los zocos, y ahi no pasaba ni una moto. Para que entendáis lo de agobiante
Detalle de Jamaa el Fna, tanto a nivel de calle (con una curiosa estampa, como desde Chez Chegrouni)
Detalles del gremio de los tintoreros. El trabajador fotografiado me quería hacer pagar por la foto (cosas que a veces pasan en Marrakech) y finalmente yo no me compre el turbante pero mi amigo si
Nuestro amigo que hacia fichas de ajedrez con los pies
La Koutoubia
Demoledora frase en una calle del zoco
Los puestos de Jamaa el Fna por la noche