Diario de viaje al sur de Marruecos 2014. Día 7. De Agadir a Essaouira

Dejaba el día anterior con el coche en el depósito de la policía ya que aparcamos mal en Agadir y se lo llevo la grúa. Poco pensábamos que iba a ser tan difícil de recuperar el coche. No recuerdo exactamente si el orden fue exactamente así pero bueno, básicamente tuvimos que ir una primera vez a la policía, al depósito (a por los papeles del coche que lógicamente estaban en el coche), a un copistería a pagar la grúa (al principio pensábamos que era un timo, pero no, en Marruecos funcionan así), a la policía y esperar un par de horas a que nos atendieran, a unas oficinas a pagar la multa y finalmente al depósito a recoger el coche. Resultado final, creo que fueron 70 u 80€ de multa y una factura de taxi (incluido algo de propina) de más de 15€, y menos mal que confiamos en un taxista para que nos ayudara porque si no creo que aún seguimos allí.

Una vez recuperado el coche (unas 4 horas después de despertarnos), desayunar y comprar alguna cosa en un Carrefour salíamos finalmente dirección Essaouira pero con intención de ir parando en diferentes playas. No acababa aquí nuestra  experiencia del día con la policía porque camino a Taghazout mi compañero no vio un radar móvil y nos pararon. Era ridículo porque en una carretera de doble carril la velocidad limite era de 50 km/h y nos pillaron a 70. Nos pedían 50€ de multa y salieron del coche para verla mis dos compañeros (ya que uno conducía y el otro era el único que realmente sabia francés). Le estuvieron llorando un poco y finalmente el policía hizo la triquiñuela y se quedó 20€ y nos dejó irnos sin pagar la multa.

Y finalmente llegamos a Taghazout. La idea era intentar dar una clase de surf pero preguntamos y si no reservabas con un día de antelación era imposible. En cualquier caso estuvimos una hora en Taghazout y me encanto el pueblo. Una playa preciosa con pequeñas casas alrededor y llena de barcas de pescadores marroquís que iban y venían, varios hostels pequeños dedicados al surf que se veían con algo de ambiente mochilero. De vuelta del viaje he mirado alguna vez y ofrecen surf camp de varios días a precios asequibles, así que si algún día vuelvo a marruecos creo que al menos 2 o 3 días aquí no van a faltar. Una pena por cierto, pero no tengo fotos de Taghazout, ya que no me baje la cámara, pero realmente os lo recomiendo

Foto de Heather Cowper bajo licencia Creative Commons

Después de Taghazout la mano del turismo se ve menos y las playas son mucho más vírgenes. Entre Taghazout y Tamri sin embargo la carretera bordea la costa sin despegarse de ella. Paramos 2-3 veces en playas kilométricas sin una sola persona o con 2-3 personas más máximo. Como digo realmente increíble.

A partir de Tamri la carretera ya se separa de la costa para no volver a la costa hasta casi Essaouria. Sin embargo, a pocos kilometros de Tamri vimos un desvió hacia Imsouna Beach y solo leer la palabra beach para allí que fuimos. Para llegar a Imsouane hay que pasar por una carretera de montaña de pocos kilómetros pero que cuesta un rato recorrerla. Una vez llegado a Imsouna nos encontramos con una pequeña playa entre rocas en un pueblo pequeñísimo. Curiosamente el pueblo tenía un par de hostels, lógico y normal en cuando vimos las olas que había en la playa. Simplemente enormes y varios surferos con bastante nivel en ellas. Para los surferos, un destino precioso, pero entre que las olas eran bastante importantes y que la playa estaba rodeada de olas, mejor que solo vayáis si sois algo expertos.

Aprovechamos para comer allí en Imsouane y ya directos hasta Essaouira que fuimos, no sin antes sorprendernos de que la única radio que llegaba a Imsouane no era la radio marroquí sino una radio de las islas Canarias. Una vez en Essaouira estuvimos un rato intentando aparcar y solo nos quedó aparcar en un parking de pago pero justo al lado de la medina. Fuimos a un hotel que según ponía en la Lonely Planet era muy barato, pero estaba completo, pero hicieron una llamada y nos alquilaron muy barato un apartamento. SI no me equivoco por unos 10€ cada uno, tenía una pequeña cocina, 2 camas y un sofá cama, y sobre todo, una terraza comunitaria desde la que vimos un atardecer simplemente precioso, y en la que más tarde cuando nos íbamos a dormir pude sacar unas fotos nocturnas preciosas.

Al llegar casi de noche ya poco hicimos más ese día. Estuvimos dando una vuelta por el zoco ya casi cerrado todo, fuimos a cenar a un restaurante casi saliendo de la medina, donde éramos los únicos cenando y estaba el salón en una casa preciosa (más que un restaurante parecía una casa que dejaban un par de mesas como restaurante, porque teníamos un chiquillo durmiendo casi al lado, pero estuvimos genial allí). Y finalmente después a dormir, que al día siguiente tocaba ver Essaouira casi a la carrera porque había que ir más tarde a devolver el coche a Marrakech.

Mercado en Tamri Llegando a Imsouane Ya en Essaouira. Vistas desde el apartamento y anochecer desde el mismo sitio Disfrutando del ritual del te a la menta en el acogedor restaurante donde cenamos