Saint Emillion. Entre viñedos y grandes iglesias
En la Aquitania a tan solo una hora de Burdeos se encuentra una ciudad netamente turística y muy visitada por dos razones, sus vinos y su Iglesia Monolítica ademas del encanto de todo el pueblo en general. Aunque la gran mayoría de la gente la visita por el vino (del que hablaremos algo en este post) paso a describiros todo lo que hay que ver por toda la ciudad.
El atractivo numero 1 y principal del pueblo como digo es su Iglesia Monolítica. Se llama así porque en vez de estar edificada sobre la tierra esta excavada en ella, siendo la mas grande de Europa de este estilo. Solo la gran torre principal de la Iglesia sobresale de la tierra, y fue edificada posteriormente para que los peregrinos (este es un importante punto de paso del camino de Santiago por Francia) identificaran la gran iglesia.
La Iglesia solo puede ser visitada mediante visita guiada, para la que hay que reservar turno en la oficina de turismo del pueblo (se encuentra arriba del todo del pueblo y lo indica todo el rato). El precio de la visita es de 7’50€ y dura 45 minutos. Totalmente recomendable por mi parte, es una visita guiada muy entretenida no solo de la iglesia sino de la cueva de Saint Emillion (el fundador de la ciudad) y de las catacumbas de la ciudad. Añadir ademas que con la Bourdoux Card sale totalmente gratis así que si vais a visitar ambas ciudades es bastante recomendable. Por ultimo añadir que en la propia oficina de turismo dan información bastante buena sobre la ciudad, y que las visitas guidas en español son a las 12h y a las 15:30h (en Semana Santa del 2015) con lo que conviene llegar con algo de antelación para reservar una de las 2 horas.
Aparte de la Iglesia Monolítica, el pueblo tiene otros atractivos. Ademas de ser un pueblo cuyas calles como se ve en algunas fotos de abajo son bastante atractivas (y bastante empinadas todo sea dicho, ir con calzado comodo) con rincones muy pintorescos tiene algunos edificios mas bastante importantes. Por un lado tenemos la Iglesia Romanica, situada al lado de la Oficina de Turismo, y que destaca por su impresionante Claustro. El otro punto importante es la Torre del Rey, una torre defensiva bajando el pueblo a la que se puede subir y se pueden disponer de unas magnificas vistas de todo el pueblo. Junto a las que obtendremos al lado de la oficina de turismo y junto a la torre de la Iglesia Monolitica son las mejores con mucha diferencia.
Desde estos dos puntos panorámicos ademas podremos observar ademas la principal razón por la que el pueblo es tan visitado, que no es otra que la gran cantidad de viñedos alrededor del pueblo. Ya según nos faltan varios kilómetros para llegar al pueblo empezaremos a ver viñedos y mas viñedos, que sumados a los chateaux que nos encontramos de camino deja una estampa bastante fotogenica.
Una vez en el pueblo para disfrutar de esta faceta del pueblo hay varias opciones. Por una parte, también en la parte mas alta del pueblo, tenemos un pequeño museo del vino donde nos explican diferentes aspectos de este, ademas de poder comprar botellas. Aun así por todo el pueblo tenemos pequeñas tiendas de vino con cientos de referencias para todos los gustos, desde botellas baratas y presumiblemente buenas de 3 o 4 euros para tener algún detalle con algún allegado hasta botellas de miles de euros para los buenos paladares con buen poder adquisitivo.
Si lo que se quiere no es comprar vino sino ver el proceso de fabricación o ver el paisaje de los viñedos también hay varias opciones. Casi todas las bodegas de Saint Emillion (y las que nos encontramos por el camino) se pueden visitar en una pequeña visita guiada del proceso de fabricación y una pequeña cata. Si queremos realizar alguna visita conviene buscar información de cada bodega para saber horarios y posible necesidad de reservas (sobre todo si vamos en invierno).
Por ultimo si queremos ver los viñedos hay varias opciones. Aunque no se distingue la gran extensión de ellos en lo alto del pueblo hay algunas vistas preciosas al mezclarse los viñedos con los restos de las antiguas murallas del pueblo y de un antiguo monasterio (ver 4º foto). Si por el contrario se quiere verse en extensión hay 2 opciones, bien pararse en el camino en cualquier punto desde donde se pueden ver bien o bien alquilar unas bicicletas (según leí en la oficina de turismo es posible) para dar una vuelta por los viñedos. Hay que tener de nuevo cuidado ya que el pueblo y los alrededores tiene un relieve accidentado así que no es apto para todo el mundo. Aparte en temporada alta, también según leí, hay un trenecito que por poco dinero te da una vuelta alrededor de los viñedos.
Para acabar recomendar también comer en alguno de los numerosos restaurantes del pueblo. Aunque son algo caros suelen tener buenos menús (recomendable probar el foie tan tipico de dicha región francesa) acompañados ademas si lo pagamos de por supuesto excelentes vinos también de la región. Y lo dicho, una recomendable visita, ya sea para disfrutar del pueblo, que es precioso, o para comprar y degustar vinos, y ademas relativamente cerca de España (menos de 3 horas desde la frontera) y muy buena para combinar con otros puntos cercanos como Burdeos, Arcachon o la duna de Pyla.
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[…] y la cercania del sur de Francia desde mi ciudad (Tudela) visitabamos Burdeos haciendo paradas en Saint Emillion y Arcachon y la duna de […]